Salmonicultura, una industria bajo su potencial
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Señor Director:
Al llegar al primer cuarto de siglo y en medio del debate sobre el estancamiento económico de Chile, emerge una paradoja inquietante: mientras expertos estiman que nos tomará 50 años alcanzar el desarrollo, seguimos como país desaprovechando el enorme potencial de la salmonicultura como motor estratégico para acelerar ese progreso.
La acuicultura y, en particular la salmonicultura chilena, segunda a nivel mundial después de Noruega, ha demostrado ser un sector competitivo y clave en nuestras exportaciones, generando importantes aportes al desarrollo de las regiones australes. Sin embargo, un estancamiento regulatorio está frenando inversiones, retrasando la adopción de tecnologías de punta y limitando su impacto transformador en empleo, innovación sostenible y competitividad global.
Permisologías fragmentadas, un ordenamiento territorial trabado y un entorno normativo incierto están ahogando a un sector que podría reactivar de inmediato la economía y posicionar a Chile como líder en sostenibilidad e innovación.
Chile no puede permitirse ignorar esta oportunidad. En 40 años, la acuicultura transformó regiones y nos posicionó en el escenario global. Imaginen lo que podríamos lograr en los próximos 50 si la convertimos en un objetivo estratégico. ¿Tomaremos el desafío o seguiremos ignorando esta oportunidad?
Arturo Clément
Presidente de SalmonChile
